miércoles, 13 de abril de 2011

La caja negra de la intervención social.

Cuando un avión experimenta un accidente grave, las causas parecen quedar registradas en su “caja negra”. Se conoce con ese nombre no otra cosa sino a un registro sistemático de operaciones realizadas por la máquina (en este sentido las máquinas suelen ser verídicas, a diferencia de sus operadores dotados de eso llamado inteligencia), es decir, la black box registra decisiones previas, inteligentes y relacionadas directamente al accidente. Cuando se produce un accidente, se suele buscar este registro (que por lo general salva ileso del contratiempo, puesto que se encuentra “diseñado” para ello) a fin de verificar diversas hipótesis acerca de las casusas de la desgracia.

¿Es posible que los programas sociales cuenten con cajas negras que registren, como en el caso de los aviones, sus operaciones?, y de ser afirmativa la respuesta, ¿podríamos, eventualmente, descifrar su registro y buscar las causas de rendimientos defectuosos?.

Los programas sociales suelen avanzar, estimar comparaciones, evaluar y señalar resultados periódicamente a sus audiencias y financistas, sin embargo, al momento de ser consultados acerca de los mecanismos de resolución de conflictos, autocuidado de los equipos y otros aspectos relevantes respecto de los servicios “sociales” que prestan, los programas parecen ignorar precisamente aquello que los caracteriza (como el avión ignora su programa de funcionamiento). Es este déficit de reflexividad (o de autoreferencia) el que podemos llamar “caja negra”, es decir, la historia de las decisiones que se toman en el programa (y que constituyen las premisas centrales desde las que se proyectan las nuevas decisiones).

Si bien este déficit escópico que presentan los programas (su punto ciego, su ombligo) puede ser mostrado, iluminado, no es menos cierto que para que ello sea posible resulta preciso de un agente que cuente con la capacidad para leer los códigos en los que se describen las decisiones registradas en la caja negra.

Tal vez el mayor aporte que nos brindaría el descubrimiento de los registros de la caja negra de los programas sociales radique en la posibilidad cierta de evaluar el cómo se hace un programa social (su estructura decisional), y, finalmente, cómo se pueden hacer las cosas de maneras alternativas evitando accidentes, desgracias y otros lamentables imprevistos.


Ángel Marroquín Pinto

Magíster en Trabajo Social

Pontificia Universidad Católica de Chile.

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