Otros planos, Otro plano en que converja el terso declive del poniente, en que se desdibuje la mirada fraguada en inclinaciones: nubes de polvo al poniente. Miradas, en que la nostalgia y el extrañamiento encuentren, tras larga jornada, reposo. Tal es la crisálida en que se sumerge por momentos, derrengada, una extraviada pasión y su huella: deslizamiento a través de una temporalidad oblicua. No posición, sino extensión como estrategia confluente desde la que narrar al que parece impasible.
Un cierto oleaje ambarino y un canto susurrado desde la penumbra que resuena y se extiende habitando una recurrencia, una ola que pasa a la distancia, alteración en la alteración. Olas que se suceden y cambian cada una sobre la siguiente: ensoñación.
Determinar una distancia y observar: cualquier punto se corrige y complementa en la correlación de una falta que se anuncia y enuncia para dar cuenta de la amplitud de un ardor, de un fragor extenuado que se extiende en un riesgo y una llama eléctrica, sucinta, que llena, cabal, su ordenamiento, su configuración.
Un cierto oleaje ambarino y un canto susurrado desde la penumbra que resuena y se extiende habitando una recurrencia, una ola que pasa a la distancia, alteración en la alteración. Olas que se suceden y cambian cada una sobre la siguiente: ensoñación.
Determinar una distancia y observar: cualquier punto se corrige y complementa en la correlación de una falta que se anuncia y enuncia para dar cuenta de la amplitud de un ardor, de un fragor extenuado que se extiende en un riesgo y una llama eléctrica, sucinta, que llena, cabal, su ordenamiento, su configuración.
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