jueves, 3 de febrero de 2011

Don Quijote de la Mancha como aproximación estética a lo psicosocial.


-¿Qué, te faltan las alforjas, Sancho? – Dijo Don Quijote.
-Si que me faltan -respondió Sancho.
-Dese modo no tenemos que comer hoy, -replicó Don Quijote.
-Eso fuera –respondió Sancho,- cuando faltaran por estos
prados las yerbas que vuestra merced dice que conoce,
con que suelen suplir semejantes faltas los tan mal aventurados
caballeros andantes como vuestra merced es.
Don Quijote de la Mancha

Dispuse de la cita anterior a fin de hablar libremente acerca de lo que podría llegar a ser una cierta aproximación estética a la intervención psicosocial. Pido perdón, de partida, a los guardianes de la tradición literaria y a los ortodoxos (de la variada laya existente) y puristas estéticos.

En la cita, se habla de dos personajes ya estas alturas paradigmáticos: Sancho Panza y el Quijote. A fin de producir los efectos gráficos deseados en esta columna, diremos que el primero representa lo social y el primero a lo psíquico.

El estatuto de lo psicosocial en la intervención parece estar dado, entonces, por la unidad y no la dualidad. Parece suceder que dos no es igual que uno más uno, tal como canta el trovador español. Quijote y escudero forman una entidad indiferenciada a primera vista y, sin embargo, separadamente representan cosas diametralmente opuestas. Ojo, no decimos contradictorias sino opuestas.

Sancho, en este sentido, nos hace ver (nos recuerda) el imperativo material y, a través de ello, aquello que llamamos mundo de lo concreto (el mundo de la praxis, finalmente). En los contextos en que se llevan adelante muchas intervenciones sociales la necesidad material apremiante es aquella que urge a las personas y sus familias a “pedir ayuda” a (y en los) los programas sociales. Si bien esta distinción es clara en programas relativos a pobreza, no es menos cierto que en lo relativo a motivos de consulta asociados a otros campos (como infancia, juventud, mujeres, inmigrantes etc.), también resulta claro que parte de éste (motivo de consulta) se encuentra vinculado al ámbito de lo concreto. No pretendo reducir uno a lo otro sino únicamente señalar la asociación. Nada más lejos de mis intenciones que los determinismos, de cualquier clase.

Por otra parte, el Quijote representa el mundo del espíritu, los valores, la trascendencia y, en la interpretación que intentamos aquí, al campo psíquico. Este componente corresponde al componente intangible puesto en la relación y que se desenvuelve y expresa en las conversaciones relativas al motivo de consulta y devenir profundo de la intervención.

Tanto el Quijote como Sancho constituyen formas de aproximarse a la complejidad del entorno, son por tanto, al decir de Luhmann, formas de “reducir la complejidad” puestas en juego en la intervención. Cada una de ellas posee un representante: el servidor social y el psicólogo. Ninguno de los dos tiene, tal como el libro de Cervantes nos recuerda, preeminencia sobre el otro, ambos se complementan sin jamás poseer más poder uno sobre el otro. Si bien a uno lo mueve la ambición y al otro ideales, la realidad que ambos comparten se encarga de mostrarles que tal vez no hay más recompensa que esa errancia aventurera que ambos comparten.

Tal vez la única conclusión a la que podríamos (en infinitiva) arribar, es a la preeminente unidad del componente psíquico y el social en las intervenciones psicosociales. En este sentido, puede ser beneficioso dejar de interpretar la unión de ambos componentes en algo así como un “amancebamiento”, es decir, como una cercanía indistinta en que no se conjugan las especificidades de cada componente y avanzar en disponer de metáforas como la del “caballero de la triste figura” en que cada elemento se solaza en su especificidad sin dejar de responder, a su manera, a la cuestión social y, sobre todo evitar un dialogo como el acontecido entre Babieca, el caballo del Cid y Rocinante el del Quijote:

Babieca: ¿Metafísico estáis?.
Rocinante: Es que no como.


Ángel Marroquín Pinto
Magíster en Trabajo Social
Pontificia Universidad Católica de Chile.

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